Una historia más...
Hoy en día el uso de las Tecnologías de
la Información y la Comunicación (TIC) han venido a transformar la forma en cómo
aprendemos, ejemplo de ello es la creación de escuelas virtuales en las que
podemos hacer nuestros estudios desde la comodidad de casa, o bien desde
nuestro lugar de trabajo u otro.
Para entender esto se tiene que analizar
la evolución de este sistema, el que inició a finales del siglo XIX y principio
del XX y que en ese momento era la enseñanza por correspondencia, en la que era
de forma unilateral, ya que el alumno sólo contaba con la información impresa y
de este siguió el método multimedia, el que a partir de 1960 incorporaba medios
de comunicación como el teléfono, la televisión y otros recursos audiovisuales.
Un década después se inició la etapa Telemática,
la que incorporó las telecomunicaciones con herramientas como el CD-ROM y a
partir de 1990 con el recurso de internet, con el que los recursos pueden ser
sincrónicos (videoconferencias) o asincrónicos (foros de discusión) y el
estudiante toma un papel activo y el profesor de facilitador del aprendizaje.
En el entorno virtual de la actualidad no
hay lugar para un aprendizaje pasivo y dirigido, el cual con la enseñanza
colaborativa en Internet, da lugar a la educación en línea en la cual hay un
cambio sustancial para dejar de ser alumnos y convertirse en estudiantes con
relación a este cambio de rol Bautista, Borges & Forés (2006), mencionan
que los estudiantes mantienen pautas de funcionamiento fundamentadas en la
autonomía y la madurez.
Es importante no perder de vista que “La
educación a distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre docentes de
una institución y los estudiantes que, ubicados en espacio diferente, aprenden
de forma independiente o grupal.” (García Aretio, 2014, pág. 19).
Con esto se deben contar con nuevas características como estudiante y estas
son una actitud proactiva, que debe considerar un amplio margen de
libertad y autonomía, que permitirá tomar decisiones respecto al aprendizaje y
desempeño, sin perder de vista el objetivo planteado y el compromiso con el
propio aprendizaje, que debe asumir la responsabilidad del aprendizaje,
pues ahora uno se convierte en un agente activo y autogestor del mismo.
Hay que tener conciencia de las
actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias, ya que estas se
van a seguir desarrollando y aplicando para aprender a aprender y se deberán
generar y potencializar estrategias que faciliten la recepción y el análisis de
la información, las cuales permitan acceder a la información en cualquier
momento, en cualquier lugar, de cualquier forma, y lo más importante, al ritmo
que se decida.
Otro punto es tener la actitud para
trabajar en entornos colaborativos, ya que la educación en línea brinda la
oportunidad de conocer a diferentes personas, lugares, estrategias de estudio,
e historias de vida, de las cuales se podrá aprender, por lo tanto es
importante no perder de vista que el aprendizaje entre pares enriquece el propio
proceso cognitivo y de desarrollo y tener metas propias, las que se
deben establecer más allá de la superación de asignaturas o cursos y buscar
siempre alternativas de solución en caso de tener inconvenientes y evitar
esperar a que llegué por sí sola la solución.
En importante no perder de vista que el Aprendizaje
Autónomo y Autogestivo, deberá generar destrezas relacionadas con la
comunicación, la búsqueda, la selección, la producción, la difusión de la
información y el conocimiento.
Todo ello genera una serie de retos que son el dejar atrás el
aprendizaje dirigido, ya que se tendrá que aprender a ser autogestivo,
autocrítico y reflexivo, ya que la decisión respecto al propio aprendizaje y
desempeño, depende primordialmente de uno y de la propia administración del
tiempo, así como evitar memorizar y repetir el conocimiento, más bien
analizarlo, procesarlo, apropiarse de él y proyectar el saber.
También hay que dejar atrás los
entornos competitivos, porque no hay que olvidar que el trabajo colaborativo
no solo enriquece el propio conocimiento, sino que también fortalece el
aprender a aprender y tener en cuenta la gestión y administración del tiempo
y generar las destrezas comunicativas, ya que se deberán potencializar las
habilidades de lectura y escritura.
Quizá, el desafío más grande al que se enfrentará
el estudiante en línea será convertirse en todo un alfabeta digital. Es decir,
“conocer cuando hay una necesidad de información; identificar las necesidades
de la información; trabajar con diversas fuentes y códigos de información;
saber manejar la sobrecarga de información y discriminar la calidad de las
fuente de información; organizar la información; usar la información
eficazmente; y saber comunicar la información encontrada a otros.”(Cabero
Almenara & Llorente Cejudo, 2008, pág. 13).
Por ello se recomienda tener en cuenta que
se trata de navegar en la red y no naufragar en ella.
No
se debe dejar de mencionar algunos mitos relacionados con la educación en línea
que son que es fácil y sencillo estudiar en línea, solo hay que estar en la
computadora y ya, no hay que leer nada, basta con copiar y pegar la información
que encuentre en la red y como no conocen a uno físicamente, se puede dejar de estudiar
en cualquier momento.
En contraparte con el primer mito, hay
quienes creen que estudiar en línea es dificil y muy complicado debido a que
deben ser un experto en la tecnología, sin embargo conforme se vaya avanzando
en la modalidad abierta y a distancia, se dará uno cuenta que estos mitos son
totalmente falsos, ya que ser un estudíante en línea no es fácil ni dificil,
basta con aplicar estrategias y acciones que permitan autogestionar el aprendizaje.
Resulta fundamental crear un compromiso consigo mismo y con el aprendizaje, así
como desarrollar una comprensión lectora, puesto que el entender lo que se lee evitará
frustaciones y pérdidas de tiempo.
Ahora que se identificaron los elementos
primordiales para enfrentarse a la modalidad y lo que implica ser un estudiante
en línea, se debe uno esforzar y tener confianza siempre en lo que se realiza.
Recordar que el verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o
información, sino en apropiarse del conocimiento y nunca olvidar que se cuenta
con las habilidades y destrezas necesarias para triunfar en esta modalidad.
(Resumen de la lectura: ¿Qué es ser un estudiante en línea? de Millán Martínez, S. (2014), de la UnAD de México)