Una historia más...
Una canción clásica que se tomó del recién fallecido poeta Mario Benedetti, salió a colación en el proceso electoral finalizado, por el ahora desaparecido Partido Social Demócrata, que primero, antes de perderlo todo, perdió lo alternativo y lo campesino, ya que antes se llamó Partido Altenativa Social Demócrata y Campesina.
Esa cita la expresó el dirigente de esa agrupación política, Jorge Carlos Díaz Cuervo, quien de esa forma se refirió al debate que se había anunciado para los dirigentes de los partidos más significativos, Acción Nacional y del PRI.
Algo congruente se dijo entonces, con ese hecho que finalmente no se realizó, que se ignoró la participación del resto de las formas políticas, mismas que aún con los ocho partidos con registro que se tienen, no representan a todos los mexicanos.
Patadas de ahogado se daban en esas declaraciones, quizá ya presentían su esperado fin, y se mencionó que la actuación del Arzobispo Primado de México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, dirigente de la iglesia católica en nuestro país, seguía tratando de intervenir en la política electoral.
Para contrarrestar esos hechos, imagínate, pidieron un espacio en el semanario “Desde la Fe” para explicar su visión de las libertades y de las políticas públicas que consideraban adecuadas para el país, y en la misma conferencia, la que se voló la barda, fue mi compañera de trabajo, Tere Vale, entonces candidata a diputada de ese partido, pidió el púlpito de la catedral para debatir con ellos.
Bueno, lo único rescatable de todo esto fue que me hicieron recordar esa inolvidable canción, y más cuando la interpretaba la increíble cantante Nacha Guevara.
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